Cada día son más las empresas que tienen presencia en Internet, y muchas de ellas no cuentan con servidores propios en los que mantener los datos de las páginas web que administran así como las copias de seguridad del material que manejan con sus ordenadores. Estas empresas suelen externalizar los servicios de este tipo contratando empresas con servidores muy potentes capaces de manejar millones de datos por segundo sin que su rendimiento se vea afectado. Muchos de estos servidores están controlados por sistemas operativos de código abierto como Linux. ¿Por qué se confía tanto en un sistema que en un principio parece menos fiable que uno de código restringido? La razón la encontramos precisamente en el hecho de que sean de código abierto.
El código abierto permite que muchas personas con conocimientos más o menos avanzados puedan probar y “atacar” el sistema para que se compruebe la integridad de este y en el caso de detectar algún fallo de funcionamiento o una forma de acceder al código de un modo malicioso se puedan tomar las medidas necesarias para evitar el problema cuanto antes, algo que una empresa en al que solo unos cuantos trabajadores tienen acceso tardará mucho más en identificar.
Echemos un vistazo al top servidores. De los cincuenta ordenadores más potentes del mundo, los cuáles se utilizan para manejar los contenidos de millones de páginas web, un noventa y nueve por ciento se mueven con sistemas operativos de código abierto, lo que nos permite hacernos una idea de lo que se puede esperar de esto.