La guerra entre los navegadores está siendo cada vez más enardecida; cada vez procuran lanzar más actualizaciones evolucionando para proporcionar más velocidad, seguridad o funcionalidad; ¿pero cuáles son las diferencias reales entre ellos?
La mayoría de los usuarios utiliza Chrome (25.6%); le siguen en la escala Firefox (15.8%); después les pisa los talones Internet Explorer 8 y 9; y el quinto lugar, estaría ocupado por Safari.
Lo mejor de Chrome es que es rápido debido a que consume poca memoria; por lo que se pueden tener muchas ventanas abiertas sin que se alente el navegador, por lo que puede considerársele como estable.
Internet explorer es el más común para Windows. Se le considera como un programa viejo que no ha sabido actualizarse al ritmo de sus competidores. Sólo la versión 10 se puede sincronizar con varios dispositivos.
Firefox es un navegador de código abierto. Está disponible ahora para Linux y en dispositivos, para Android, por lo que es una buena opción para usarlo en un celular, ya que se puede sincronizar para replicar el historial.
Por último estaría Safari, que es el navegador por default de Mac, y que tiene ventajas para las aplicaciones de este sistema operativo, por ejemplo para la sincronización con icloud.
El uso de los distintos navegadores depende completamente del usuario; y de la experiencia que esté buscando. Mi recomendación para elegir alguno, sería instalar cada uno, y tras el uso repetitivo ir comparando rapidez, y características que hagan la experiencia más cómoda, sin riesgos y más intuitiva; sin embargo, esto es algo que la propia experiencia del usuario debe comprobar.